Es un estupendo árbol de adorno. Introducido en Uruguay con fines forestales, no tuvo la velocidad de crecimiento ni alcanzó la talla esperada, por lo que terminó destinándose a la ornamentación de parques y plazas. Fácil de multiplicar, es espectacular en floración.

Nombre científico: Paulownia tomentosa (Thunb.) Steud
Familia: Scrophulariaceae

Origen: China, Japón

Aspecto y porte: Árbol que alcanza los 15-20 m de altura. Corteza grisácea, ligeramente surcada. Follaje caduco.

Hojas: Grandes, de 30 cm de ancho, cordadas, pubescentes en el envés; borde liso, a veces con algunos dientes o lobuladas. De mayor tamaño en los ejemplares jóvenes.

Flores: Agrupadas en grandes panojas terminales, de color lila-violáceo. Cada flor individual tiene forma de trompeta.

Fruto: Cápsula ovoide de hasta 5 cm de largo, con numerosas semillas pequeñas, aladas.

Exposición: Pleno sol. No tolera vientos fuertes.

Temperatura: Se adapta muy bien a todas las temperaturas, soporta el frío.

Suelo: Prefiere suelos sueltos, arenosos, con drenaje excelente.

Riego: Mantener húmeda la tierra alrededor de las raíces con riegos frecuentes cuando es joven. Es un árbol que prefiere abundante agua.

Plantación: Mejor a fines del invierno, estableciendo plantas provenientes de almácigos sembrados dos meses antes.

Multiplicación: Se propaga fácilmente por semillas, sembradas a principios de primavera. Suele resembrarse espontáneamente. También se multiplica por renuevos que brotan desde las raíces.

Poda: Debe ser liviana, para favorecer la formación de flores y evitar un crecimiento excesivo. La práctica debe realizarse luego de la floración.

Boca de sapo
Equium, flor mora

Entre Jardines