Malvones (Pelargonium x zonale) en macetas chicas

Muy populares y comunes, son las flores típicas usadas en balcones y patios. Fáciles de cuidar, florecen durante una larga temporada, sus flores son muy vistosas y además se prestan para cultivar en recipientes, pues sus raíces no se extienden mucho y precisan poca tierra. Son plantas fáciles de mantener que no necesitan cuidados especiales, pero sí pequeñas atenciones: ubicarlas al sol, regarlas y quitarles las partes secas.

Los conocemos como malvones y geranios, pero su nombre científico es Pelargonium spp. Los verdaderos geranios (Geranium spp) no son comunes en Uruguay. Originarios del sur de África, se empezaron a cultivar en Europa a principios del siglo XVII. A nuestro continente llegaron de la mano de los inmigrantes que los trajeron para recrear los jardines de sus pueblos y se adaptaron muy bien a nuestro clima. Por su rusticidad, y lo fácil que es reproducirlos, se convirtieron en plantas tan comunes que fueron perdiendo prestigio y hace unos años eran poco apreciadas. Hoy, sin embargo, están recuperando el lugar que merecen y, además de los conocidos de siempre, se encuentran variedades con flores dobles, follajes variegados y hojas perfumadas.

 

Geranium sanguineum

Geranium sylvaticum

 

 

 

 

 

 

 

Geranium maderense

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los tallos largos y sin hojas denotan falta de agua o de nutrientes, o haber sido afectados por las heladas. Todo esto se arregla fácilmente con una poda, cambiando el sustrato por otro que tenga más nutrientes y procurando no olvidarse de regar en verano.


Si bien son rústicos, los geranios y malvones necesitan cierto mantenimiento.
Cuidados

Sol: Necesitan estar a pleno sol; a la sombra las plantas crecerán desgarbadas y no florecerán. Si el lugar es muy caluroso (sobre todo patios y azoteas), conviene que reciban únicamente el sol de la mañana; el sol de la tarde es muy fuerte y resecará las hojas.

Riego: Para estar sanas y lindas necesitan riego frecuente en verano (unas tres veces por semana), sobre todo si están a pleno sol y en macetas. Son plantas que soportan una sequía moderada pero no resisten el exceso de agua: debemos suministrarles la cantidad suficiente para humedecer completamente la tierra pero sin encharcarla, y volver a regar solamente una vez que la superficie se vea seca. En invierno hay que disminuir la frecuencia de riego a una vez por semana o menos. Si las hojas inferiores se ven amarillas y se secan, es señal de falta de riego. Si se marchitan y caen o si se pudre la base de los tallos, es índice de agua en exceso.

Sustrato y fertilización: Son plantas que crecen muy rápidamente. Necesitan un sustrato con buena permeabilidad, de pH neutro a básico, rico en nutrientes. Agradecen el aporte de fertilizantes que contengan un buen porcentaje de potasio para ayudar a la floración.

Mantenimiento: Sacar las hojas secas y quitar las flores marchitas para mejorar el aspecto y favorecer que la planta siga floreciendo. Si están en macetas, cambiar el recipiente en cada primavera, aprovechando para cortar tallos y raíces que hayan crecido mucho y cambiar el sustrato. Ocasionalmente pueden presentar algunos problemas sanitarios provocados por hongos, mosca blanca, pulgón o gorgojo. Si esto ocurre, eliminar las partes enfermas y aplicar fungicidas o insecticidas según corresponda.

 

 

 

 

 

 

 

Jardines en primavera: canteros multicolores
Malvón

Entre Jardines