Mes del cambio de estación y también de cambio de tareas. Todavía quedan unos días del invierno y hay que tener cuidado con alguna helada tardía, pero el jardín no quiere esperar más y comienza a brotar y florecer, anunciando que se acerca la primavera. Tenemos que estar preparados para que todo crezca y ya no será tímidamente: las flores, los árboles y arbustos. También las malezas y las plagas.
Cuidar y mantener
Eliminar las flores marchitas de los bulbos antes de que empiecen a formar semillas y consuman la energía del bulbo.
Eliminar las flores secas de las plantas de floración invernal para alargar su floración: prímulas, pensamientos, violas, ciclamen.
Pinzar: a algunas herbáceas como las gauras y salvias las favorece el pinzamiento, crecerán más compactas.
Hongos. Cuando aparecen los primeros brotes de los rosales, conviene pulverizar en forma preventiva cada 15 días con un fungicida.
Control de malezas. Se controlará la aparición de malezas en canteros, eliminándolas de raíz. No debemos fertilizar los canteros antes de eliminar todas las malas hierbas, para no fortalecerlas a ellas también.que de otra manera cubrirán los yuyos. En los canteros, no dejar espacios vacíos; si no, se llenarán con hierbas que no queremos.
Entutorar. Entutorar las plantas vivaces de crecimiento alto. Colocar las estructuras cuando las plantas aún no se han estirado para florecer.
Pulgones. Los pulgones son insectos pequeños de 3 a 7 mm, de diferente color según la especie (verde, negro, amarillo o rojo). Chupan la savia del envés de las hojas o del tallo de las plantas. Las plantas pueden soportar ataques leves de pulgones, pero como estos se reproducen muy rápidamente, causan mucho daño y pueden llegar a matar la planta. Sus depredadores son las mariquitas o san antonios, pero las hormigas son sus amigas y los defienden contra los enemigos. Los pulgones producen un líquido denso y azucarado que atrae a las hormigas y fomenta la aparición de hongos, especialmente la fumagina. Esta forma una capa negruzca sobre la superficie de las hojas. La presencia de fumagina no solo da una mala apariencia a la planta: también impide la fotosíntesis, debilitando la planta y haciendo que las hojas caigan pronto. Las plantas más comunes de nuestros jardines que sufren ataques de fumagina son los cítricos y el jazmín del cabo.
Abonar
Comienza la época para realizar la fertilización de primavera. Esta se realiza cuando la planta puede absorber los nutrientes: desde fines de invierno y durante la primavera, y luego desde finales de verano hasta el otoño. Agregar abono cuando hace mucho calor o mucho frío no es conveniente.
Fertilizante orgánico. Incorporar compost, mantillo, estiércol o turba a arbustos, rosales y florales.
Regar
Los riegos deben ser más frecuentes. El viento típico de la primavera aumenta la evaporación, y si llueve poco, la necesidad de riego es aún mayor. Apurarse a revisar el funcionamiento del riego automático antes de que necesitemos usarlo a diario.
Riego. Cuidar de que los almácigos y las plantas recién plantadas tengan siempre la cantidad de agua suficiente; este es el momento clave en que empiezan a formar sus pequeñas raíces.
Podar
Los primeros días del mes, cuando no hay más peligro de heladas y antes de que rompan las yemas nuevas, se pueden podar los arbustos que nos quedaron sin podar (hibiscos, plumbagos, etc.).
Arbustos. Cuando empieza la primavera solo se podan los arbustos y árboles que florecieron al fin del invierno. Si quedó algo sin podar, más vale esperar a que termine la brotación. Se pueden eliminar las ramas secas de los árboles y arbustos que ya comienzan a brotar..
Rosales. Si los rosales sacan demasiados brotes, eliminar algunos para permitir que la planta esté aireada (eligiendo primero los que crezcan en direcciones que no queremos y los más débiles).
Sembrar y plantar
Se pueden plantar ahora: bulbos y tubérculos de floración estival (dalia, begonia, gladiolo, azucena), florales (violeta, áster, clavel, tagete, caléndula, lobelia, margarita, girasol, cosmos, siempreviva).
Multiplicar
Aprovechar para reproducir cóleos y geranios a partir de esquejes; protegerlos del frío. Se pueden realizar acodos de raíz de arbustos, usando las ramas que crecen desde el suelo. En otoño estarán prontos para separar.
Césped
Los trabajos de primavera son los más importantes para que el césped luzca bien durante toda la temporada. El césped de verano comienza a crecer y hay que cuidarlo. Comenzar a cortar más a menudo los céspedes estoloníferos (bermuda, Axonopus): los cortes mas intensos favorecen el crecimiento lateral. Rellenar los desniveles con arena dulce. A fin de mes se pueden plantar céspedes de verano.
Fertilizar. Hacia fin de mes, una vez que se han eliminado las malezas del césped, fertilizarlo usando fertilizantes que contengan fósforo y nitrógeno: el fósforo favorece las paredes celulares y le da vigor a las plantas, el nitrógeno favorece la fotosíntesis activando el crecimiento de nuevos brotes.
Plagas. Pueden aparecer isocas en el césped; controlarlas con insecticidas.
Malezas. Entre el césped aparecen las malezas que seguramente habrán germinado en abril o mayo y dentro de poco van a florecer, entonces ya será tarde para eliminarlas. Hay que sacarlas ya. Se pueden sacar manualmente o con una pala y luego rellenar el agujero con tierra o arena.
Airear, escarificar. Ahora es momento de airear el césped (se le hacen pequeños agujeros sobre la superficie). El escariado —otro procedimiento mecánico más intenso que el aireado— sirve para mejor céspedes viejos, que han quedado como apelmazados y sobre todo cuando hay musgo. Un césped con musgo no generalizado se puede tratar con sulfato de hierro o con un producto antimusgo.
Plantas de interior
Esta es la época de crecimiento de la mayoría de las plantas de interior. Agregar abono disuelto en el agua de riego cada 15 días.