Es invierno en Lavalleja. Desde la terraza del hotel las copas de los árboles plantados en los tiempos fundacionales del parque le dan al paisaje un aire europeo…
Quintín Mergal, jefe agroforestal y referente ineludible para conocer los secretos del lugar, nos guía.
En el «Bosque de los druidas» las reinas son las encinas, que aquí «crecen más altas y vigorosas, no achaparradas», según comentaron con algo de sorpresa turistas españoles.
«Si uno se queda quieto puede ver pasar un guazubirá, o un jabalí», dice Quintín señalando la espesa alfombra de hojas y bellotas que les sirve de alimento.
Hay también alcornoques, castaños, nogales, y pinos canariensis, una especie nada común en el Uruguay, que tiene la cualidad —rara entre las coníferas— de rebrotar si se lo corta o se quema.

Panorama invernal del parque visto desde la terraza del hotel

 

Bosque de los druídas

Troncos de encina

 

 

 

 

 

 

 

 

El Chamaecyparis lawsoniana forma parte del grupo de especies importadas de Holanda que en los años 60 se compraron para el parque.
Es un árbol muy ornamental, de gran porte (puede alcanzar los 70 m de altura), follaje persistente y magnífica copa de forma cónica.
Sin embargo, no es frecuente verlo en su forma natural porque, invocando razones de visiblidad, se podan sus ramas inferiores.
En el Parque de Vacaciones de Ute-Antel todos los ejemplares crecen libremente.

Arriba; A la izquierda, admirable ejemplar de Chamaecyparis plantado hace casi cincuenta años, cuya integridad es defendida por Quintín cada vez que alguien sugiere podarlo. Es el padre de los ejemplares de esta especie con los que se repobló la avenida de las araucarias.  A la derecha, uno de los jóvenes ejemplares de Chamaecyparis que adornan la avenida de entrada al parque.

Esta avenida estaba toda flanqueada por araucarias. Hace unos años, hubo que reemplazar varias de ellas. Pero hacerlo con jóvenes ejemplares de la misma especie, colocados entre las araucarias adultas de gran porte, habría desequilibrado el diseño paisajístico. Se optó por cambiar el concepto original basado en el uso de una sola especie
y plantar una diversidad de coníferas: Cupressus funebris, Sequoia, Pinus silvestris, Pinus patula (pino llorón), Pinus pinea (piñonero), Picea abies (abeto).
En los bosques que atraviesa esta avenida se destacan también las especies caducifolias: álamos de gran altura traídos de Italia en los años sesenta, olmos, robles, y el nogal del Cáucaso, un hermoso árbol de crecimiento rápido, recomendable para parques y avenidas aunque poco usado en Uruguay con este fin.

Nogal del cáucaso, otoñaje

Un jardín de hoy | Lorena Ponce de León
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