Originario de la isla de Madeira, en Portugal, se ha difundido por las islas Canarias y toda la región mediterránea de Europa y Asia, en acantilados y terrenos pedregosos principalmente. Resistente al viento y al salitre, sumado a la belleza de sus flores y su follaje grisáceo, hacen especialmente indicada su instalación en áreas costeras.
Nombre científico: Echium fastuosum J. Jacq. sin. Echium candicans L. f.
Familia: Boraginaceae
Origen: Portugal (isla de Madeira)
Aspecto y porte: Arbusto muy ramificado que alcanza 1,5 m de altura. No vive muchos años en nuestro medio.
Hojas: Largas, lanceoladas, pubescentes, verde grisáceas.
Flores: Azules o violáceas, de hasta 25 cm de largo, dispuestas en densas inflorescencias cilíndricas.
Fruto: Pequeño, compuesto por cuatro núculas.
Exposición: Pleno sol, en terrenos pedregosos o arenosos. Prefiere la proximidad de la costa, tolera viento
y salitre.
Temperatura: Se adapta muy bien a temperaturas medias, tolerando el frío. Su aspecto es pobre durante
el verano.
Suelo: Bien drenado, liviano.
Riego: Es resistente a la falta de agua. Solo requiere riegos periódicos, nunca copiosos ya que se pudren las raíces.
Plantación: Mejor en otoño, estableciendo plantas provenientes de almácigos sembrados el año anterior. También a partir de ejemplares logrados por esquejes.
Multiplicación: Se propaga fácilmente por semillas sembradas en otoño o primavera, también por esquejes. Las semillas deben cosecharse cuando las espigas comienzan a secarse, de lo contrario caen y se pierden.
Poda: Se poda una vez secas las flores, para mejorar el aspecto de la planta.