Herbácea nativa de Uruguay. Es una especia arcaica paleoendémica, en alto riesgo de desaparición. Es uno de los pocos representantes terrestres de la familia de las bromeláceas. Su raíz superficial la hace apta para techos verdes. Tiene un enorme potencial ornamental, tanto para canteros como para techos verdes y macetas.

Nombre científico: Sisyrinchium palmifolium (sin.: Sisyrinchium macrocephalum). No se le conoce nombre común.
Clase Magnoliopsida, fam. IridaceaeOrigen y hábitat: Nativa de Uruguay que vive en otros países sudamericanos. Crece en dunas costeras no móviles, matorral espinoso psamófilo y en los campos.

Aspecto y porte: Planta perenne que se desarrolla en matas densas. Llega a 50 cm de altura. Raíces fibroso-carnosas. Follaje totalmente glabro. Tallos floríferos alados, de 50 a 90 cm de alto o a veces más. Hojas basales con forma de espada, numerosas, de 40 a 80 cm de largo y 10 a 15 mm de ancho.

Hojas: Basales con forma de espada, numerosas, de 40 a 80 cm de largo y 10 a 15 mm de ancho.

Flores: Inflorescencia variable en forma y tamaño, generalmente apanojado corimbosa, muy ramificada, contraída o abierta, a veces rala y con pocas espatas. Flores amarillas de 15 a 20 mm de diámetro. Florece en octubre y noviembre o hasta diciembre.

Fruto: Cápsula oblonga oscura y persistente, semillas numerosas y pequeñas.

Uso: Muy usada como ornamental.

Propagación:  Se reproduce por semillas. Sobrevive al invierno en lugares soleados y bien drenados.

Texto: Mario Piaggio

Foto: Asociación Pro Biodiversidad de Maldonado (Aprobioma)

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