La investigación básica y aplicada avanza sin cesar en el Departamento de Estudios del Paisaje de la Universidad de Sheffield, dando origen a nuevas áreas que son a la vez de especialidad y multidisciplinarias. Una de ellas tiene por objeto optimizar los métodos y técnicas de plantación. La innovación más revolucionaria, y la más reciente, es el uso de mezclas de semillas para el enjardinado de áreas verdes en lugar de plantines, sin por ello dejar de cumplir con los principios estéticos y ecológicos que postula el movimiento de paisajismo naturalista.
A la manera de Renoir
Partiendo de un conocimiento exhaustivo del comportamiento de las plantas en las comunidades de las que provienen y en los ecosistemas creados artificialmente en el centro de ensayos bajo su dirección, Nigel Dunnett y su equipo han creado una variedad de mezclas de semillas, que se comercializan bajo la marca “Pictorial Meadows”. Son mezclas de semillas de especies nativas del Reino Unido y de todas partes del mundo, seleccionadas y combinadas para que las superficies plantadas se cubran de flores y gramíneas ornamentales durante meses, como las praderas silvestres. No se pretende, sin embargo, generar un calco de la labor espontánea de la Naturaleza, sino producir un efecto pictórico que, en todo caso, hace pensar en un cuadro impresionista.
Plantaciones experimentales en el Centro de ensayos vegetales de la Universidad de Sheffield , que sirvieron de referencia para el diseño y plantación del Parque Olímpico de Londres. Fotos: Amalia Robredo
Usos y ventajas
Estas mezclas se pueden usar tanto en grandes áreas como en espacios de pequeñas dimensiones. Sirven para plantar canteros y para dar notas de color entre árboles y arbustos establecidos. Pueden, sobre todo, reemplazar al césped (en el suelo o en un techo verde) con la ventaja adicional de generar ecosistemas autorregulados, beneficiosos para el desarrollo de la flora y fauna silvestres.
La mezcla demora de 12 a 18 meses en alcanzar una cobertura completa de la superficie. El primer año habrá una densidad de unas 150 plantas por metro cuadrado, lo que reduce enormemente la aparición de malezas. Con el tiempo esta densidad disminuye bastante por la competencia natural que se da entre las plantas de esa comunidad.
Otra gran ventaja de las mezclas es la reducción de los costos de instalación y de mantenimiento y por eso se están usando en techos verdes, patios de recreo de escuelas, enjardinado de rotondas, avenidas y carreteras. Tuvieron su consagración internacional en 2012, en ocasión los XXX Juegos Olímpicos.
El Parque Olímpico de Londres permitió a Nigel Dunnett y a su colega James Hitchmough mostrar al mundo el resultado de su talento y vastísima experiencia, brindándoles además una oportunidad única para proponer lo que consideran el modelo para el enjardinado de áreas verdes urbanas del futuro.
Para Dunnett, el Parque Olímpico marca un hito en cuanto al papel y la importancia relativa atribuidas a la vegetación y a la preservación de la biodiversidad en la planificación del territorio urbano. Según él, de ahora en adelante el uso de plantas en arquitectura y la inclusión de áreas verdes en urbanismo deben ser considerados requisitos indispensables para tener ciudades saludables y no ser vistos como elementos puramente decorativos.
La creación de estos ecosistemas artificiales (o “paisajes súper naturales”, como los llama) deben ser los pilares de un nuevo enfoque de diseño urbano: el urbanismo ecológico.