Con su sorprendente floración estival, la flor de cepillos es una vigorosa planta apoyante, nativa de nuestro país y de una extendida región en Sudamérica. Una vez instalada, demora algunos años en mostrar sus mejores atributos, pero vale la pena esperar.

Nombre científico: Combretum fruticosum (Loefl.) Stuntz
Familia: Combretaceae

Origen: Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay

Aspecto y porte: Planta apoyante que puede alcanzar buena altura; se la puede ver incluso sobre las copas de los árboles.

Hojas: Simples, opuestas hasta ternadas, elípticas.

Flores: Amarillas, pasando finalmente a naranja, ubicadas en densas espigas.

Fruto: Con cuatro alas, rojizo y luego castaño claro, uniseminado.

Exposición: Pleno sol.

Temperatura: Las temperaturas cálidas favorecen su crecimiento y floración.

Suelo: Húmedo, bien drenado, rico en materia orgánica.

Riego: Requiere riegos frecuentes para lograr su mejor desempeño.

Plantación: Mejor a fines del invierno o principios de la primavera.

Multiplicación: Se propaga por esquejes o por semillas con bastante facilidad.

Poda: Se poda para controlar su vigoroso crecimiento.

Texto: Hernán Urrestarazú

Achira, caña de las Indias
Ibirapitá, árbol de Artigas, ibirá-puitá, caña fístula

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