Las hortensias son infaltables en los espacios verdes. Preferidas por el tamaño y la profusión de sus flores, y por los escasos cuidados que demandan, se ubican en prácticamente todas las áreas enjardinadas. En la actualidad existen cultivares de menor porte, por lo que su uso en balcones y terrazas también es posible.
Nombre científico: Hydrangea macrophylla (Thunb.) Ser.
Familia: Hydrangeaceae
Origen: China, Japón
Aspecto y porte: Arbusto caducifolio que puede alcanzar los 2 m de altura, de aspecto globoso o hemiesférico.
Hojas: ovales, ovoides, elípticas, grandes, dentadas, acuminadas.
Flores: inflorescencias con flores dispuestas en corimbos aplanados o globosos. Las flores grandes son estériles, las fértiles más pequeñas.
Fruto: capsular. Semillas muy pequeñas.
Exposición: Mejor en semisombra; el sol directo, sobre todo en horas de la tarde, desmejora su aspecto.
Temperatura: Se adapta muy bien a temperaturas cálidas, tolera el frío. Proteger de las heladas intensas.
Suelo: Fértil, húmedo pero bien drenado, liviano. La acidez del suelo suele determinar el color de las flores. Para lograr hortensias azules el terreno debe ser ácido, lo que se puede lograr agregando sulfato de hierro o sulfato de aluminio.
Riego: Mantener húmeda la tierra alrededor de las raíces con riegos frecuentes durante el tiempo de instalación y durante todo el verano. Es una planta que requiere mucha agua.
Plantación: Mejor a fines de invierno, estableciendo plantas de al menos 15 cm de altura.
Multiplicación: Mantener húmeda la tierra alrededor de las raíces con riegos frecuentes durante el tiempo de instalación y durante todo el verano. Es una planta que requiere mucha agua.
Poda: Se poda en invierno dejando por lo general un tercio de su altura.