La dalia, flor nacional de México, es una planta ubicada en la categoría de plantas bulbosas, que se presenta en los jardines con una gran diversidad de alturas, desde unos pocos centímetros hasta un par de metros. Sus flores, desde simples y pequeñas hasta dobles y de gran tamaño, son el deleite de los horticultores aficionados y hasta de coleccionistas.

    

Nombre científico Dahlia pinnata Cav.
Familia: Asteraceae (compuestas)

Origen: México

Aspecto y porte: Planta herbácea perenne de raíces tuberosas y de altura variable.

Hojas: Opuestas, pinnadas, con los folíolos elípticos, aserrados, raquis alado, pecíolos abrazadores.

Flores: Inflorescencias de gran tamaño, reunidas en cabezuelas simples, dobles o semidobles, de extrañas formas y espléndidos colores.

Fruto: Seco, de una sola semilla.

Exposición: Pleno sol. No tolera vientos fuertes.

Temperatura: Se adapta muy bien a temperaturas estivales. Durante el invierno pierde prácticamente todo el follaje.

Suelo: Fértil, húmedo pero bien drenado, liviano.

Riego: Mantener húmeda la tierra alrededor de las raíces con riegos frecuentes en verano, sobre todo cuando el ejemplar es joven.

Plantación: Mejor a fines del invierno, sembrando raíces cosechadas en el otoño anterior.

Multiplicación: Se propaga fácilmente por división de tubérculos a fines de invierno. Las variedades y cultivares enanos se multiplican por semillas sembradas en invierno.

Poda: No se poda, salvo para eliminar restos secos.

 

Gazania
Espumilla, árbol de Júpiter, lila de Indias

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