Árbol pionero, majestuoso, típico de los montes y praderas del Río de la Plata, se lo encuentra también en el sur de Brasil, en los montes de galería del río Paraná, en la región chaqueña y en la selva de montaña del NW argentino donde es una de las especies dominantes. Se aprecia por su valor ornamental y por la sombra de su ancha copa. Los pájaros eligen sus ramas como sitios seguros para construir sus nidos. Con su corteza y sus frutos los pueblos indígenas fabricaban jabón, tinturas, canoas y de sus raíces extraían una sustancia capaz de emborrachar a los peces, facilitando su captura.

 

En 1988 Uruguay donó varios ejemplares de timbó a la ciudad de Sevilla para la Exposición Universal de 1992, donde se expusieron en el Pabellón de la Naturaleza. Junto con otras once especies sudamericanas plantadas en el Jardín Americano de esa ciudad, es considerado monumento botánico; las primeras semillas se recolectaron en 2001, se reprodujeron, y se empezaron a plantar en distintos parques de Andalucía. En Brasil es una especie en peligro de extinción y se han tomado medidas para repoblar las áreas donde está desapareciendo.

Nombre científico: Parkinsonia aculeata, que alude al botánico John Parkinson y alerta sobre sus espinas (aculeus, en latín, es aguijón o púa).

Origen y hábitat: Originario del área que va desde el sur de Brasil y Uruguay hasta Bolivia y la precordillera argentina. Aparece normalmente aislado, raramente formando asociaciones.

Aspecto y porte: Puede alcanzar 30 m de altura. Gran copa ancha globosa o en forma de sombrilla. Tronco de gran diámetro (hasta 2 m) para sustentar las gruesas y extendidas ramas. Corteza gris cenicienta, lisa cuando joven, agrietada en los adultos. Caducifolio tardío, pierde la hoja no en otoño sino en invierno y rebrota antes de florecer.

Hojas: Alternas, compuestas, bipinnadas de hasta 25 cm de largo; con 6 a 8 pinnas que contienen 10 a 20 pares de folíolos opuestos, lanceolados, agudos, de base asimétrica y de 0,5 a 2 cm de largo; verde oscuro por el haz y más claro por el envés.

Flores: Pequeñas, poco vistosas, reunidas de 10 a 20 en inflorescencias axilares formadas por capítulos semiesféricos, de color blanco verdoso. Florece en octubre y noviembre.

Fruto: La llamada oreja de negro es una legumbre subleñosa, lisa, con la forma de un círculo incompleto con orificio. Verde cuando sale y se pone de color pardo oscuro casi negro cuando madura, en junio y julio. Persiste en el árbol sujeta a un largo pedúnculo leñoso durante todo el invierno. No se abre después de madurar. Es capaz de flotar, lo que favorece su diseminación por los cursos de agua.

Uso: Como ornamental, es excelente para espacios libres y de gran tamaño; muy usado en avenidas, estacionamientos, escuelas rurales y estancias. Da buena sombra en primavera y verano. Crecimiento inicial rápido.

Propagación: Se puede reproducir por semillas. Después de terminada la dormición se deben escarificar. Algunos viveristas lo hacen usando ácido sulfúrico, pero también se pueden colocar en agua caliente y dejar en remojo unas 12 horas. Germinan en 10 a 12 días. Pasados 4 meses protegidos y a media sombra, pueden ser plantadas en el lugar definitivo.

Plantación: Requiere pleno sol, suelo fértil, neutro, preferentemente húmedo o irrigado en el primer año. Es de crecimiento rápido; al plantarlo, para que despliegue bien sus raíces hay que asegurarse de que el pozo sea lo bastante grande. Conviene plantarlo a más de 10 m de otros árboles para que se desarrolle adecuadamente.

 

Cina cina
Flores rupícolas

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