Estamos en plena primavera. Es momento de apogeo en la naturaleza: árboles y arbustos ya brotaron, ahora podemos ver casi a diario cómo crecen; en los canteros las reinas son las flores y el jardín muestra todo su esplendor. Octubre, mes de aromas y colores, es también uno de los meses de más trabajo para los amantes de la jardinería.
Cuidar y mantener
Comienza la actividad de las plantas y también de los insectos: los brotes tiernos son su manjar.
Revisar las plantas al menos una vez por semana: cuanto antes detectemos el organismo dañino, más fácil será el control.
Plagas. Controlar y eliminar caracoles, babosas, orugas, hormigas e insectos dañinos antes de que hagan estragos.
Atención a los pulgones: si el ataque es mínimo se pueden eliminar con un buen chorro de agua; si no, aplicar insecticida específico.
Hongos. Prevenir las infecciones por hongos en árboles, arbustos y rosales. Es una buena práctica aplicar fungicida cada 15 días para prevenir el ataque.
Yuyos. Eliminar yuyos de raíz cuanto antes; es más fácil arrancarlos cuando la tierra está húmeda, después de un día de lluvia o después de regar abundantemente. Acolchar para evitar que crezcan malezas; se puede usar mantillo, turba, corteza de pino, etc.
Alrededor de árboles y arbustos también se pueden plantar tapizantes; estas ocuparán el lugar que de otra manera cubrirán los yuyos.
En los canteros, no dejar espacios vacíos; si no, se llenarán con hierbas que no queremos.
Limpiar y ralear. Quitar ramas secas y muertas. Procurar que toda las partes de las plantas reciban luz y circule el aire; se desarrollarán
más fuertes y vigorosas. Quitar las flores a medida que vayan muriendo; la planta no gastará energía en fructificar y prolongará la floración.
Entutorar. Poner tutores a las plantas herbáceas altas o que tengan tendencia a caerse; están en pleno crecimiento y si las dejamos sueltas no crecerán bien formadas.
Abonar
Momento de crecimiento: es preciso aplicar nutrientes para ayudar a la producción de flores y follaje. La cantidad de nutrientes que agreguemos dependerá de las necesidades y carencias de cada ejemplar. Es mejor poner menos que más, las sobredosis pueden ser fatales. Seguir siempre las indicaciones del envase o del vendedor. Ante la duda, usar menos cantidad. .
Fertilizante orgánico. Humus de lombriz, compost. Mezclar siempre bien con la tierra. La planta absorbe lo que necesita, no corremos el riesgo de poner de más. Se lo utiliza además para mejorar la estructura del suelo. Conviene dejar descansar el cantero por lo menos 10-15 días para después plantar.
Regar
Ya tenemos que empezar a regar más a menudo, empezando por pequeños volúmenes pero con más asiduidad.
Las plantas necesitan reacostumbrarse al riego después del invierno y tenemos que respetar sus ritmos.
Equipo. Si tenemos instalado un sistema de riego, es el momento de revisarlo porque pronto será imprescindible utilizarlo con frecuencia.
No dejemos mangueras expuestas al sol: durarán mucho menos.
Árboles frutales. No debemos dejarlos sin regar: lo necesitan para formar buenos frutos.
Podar
La poda severa se realiza en invierno. Ahora nos resta repasar: recortar las partes indeseables, las ramas enmarañadas,
las que no brotaron, las partes enfermas y las flores marchitas.
Árboles. Están en pleno crecimiento. Realizaremos solo podas estéticas, sacando chupones y ramas que afecten la forma, especialmente las vigorosas del año. Los eucaliptos y otros árboles de gran envergadura suelen desgajarse con vientos fuertes, que son frecuentes en primavera. Si podamos las ramas interiores lograremos que el viento pase a través de la copa y no perderemos la forma de la planta. Pero si lo que buscamos es que la copa sea más densa, debemos podar las puntas para estimular la brotación de ramas interiores.
Las coníferas en general no se podan, salvo los cipreses para cercos; en este caso se deben recortar las ramitas que crezcan fuera de la forma deseada.
Arbustos. Podar los arbustos que terminaron su floración (Forsythia, Syringa, viburnos, árbol de Judea, membrillo de jardín, Deutzia, etc.). Los arbustos que se lucen también por sus frutos otoñales (Pyracantha, Cotoneaster) agradecen una poda de fructificación, eliminando las ramas estériles que brotan después de la floración.
Gramíneas ornamentales. Pennisetum, Carex, etc.: podarlos a un tercio de su altura. De esta forma eliminaremos las hojas secas y ayudaremos a que las nuevas crezcan más vigorosamente.
Sembrar y plantar
Las florales que ya estamos disfrutando son las que fueron sembradas a partir de mayo. Si no lo hicimos, podemos comprarlas en macetas, ya crecidas, y plantarlas en nuestro jardín. Ahora sembraremos las que florecen en verano.
¿Qué podemos sembrar en octubre?
Florales
Amapola (Papaver nudicaule)
Alelí (Mathiola spp)
Aliso (Allisum)
Aster (Aster tanacetifolia)
Balsamina (Balsamina)
Campánula (Campanula spp)
Cineraria (Senecio)
Clavelina (Dianthus spp)
Copete (Tagetes spp)
Coral (Salvia splendens)
Coreopsis (Coreopsis)
Cosmos (Cosmos spp)
Flox (Phlox drimmondii)
Godetia (Godetia whitneyi)
Lobelia (Lobelia spp)
Portulaca (Portulaca grandiflora)
Reina margarita (Callistephus chinensis)
Violetas (Viola spp)
Zinia (Zinnia)
Trepadoras
Cobea (Cobaea)
Arvejilla de olor (Lathyrus odoratus)
Campanillas (Ipomoea spp).
Bulbos y tubérculos. Último momento para plantar los bulbos y tubérculos de floración estival. Si los plantamos escalonadamente (cada 15 días), tendremos flores por más tiempo.
Begonia (Begonia spp)
Caña de Indias (Canna indica)
Dalia (Dahlia)
Fresia (Freesia iridaceae)
Gladiolo (Gladiolus spp)
Marimonia (Ranunculus spp)
Ixia (Ixia)
Árboles, arbustos y trepadoras. Plantar los ejemplares que vienen con terrón, no a raíz desnuda.
Multiplicar
Una manera fácil y rápida de aumentar el número de plantas de nuestro jardín es aprovechar su capacidad natural de producir ejemplares nuevos a partir de un trozo de su antecesora.
Podemos hacer gajos de:
Abelia (Abelia)
Alegría (Impatiens sultani)
Cretona (Coleus blumei)
Hiedra (Hedera spp)
Laurel de jardín (Nerium oleander)
Malva Hiedra (Pelargonium peltatum)
Malvón (Pelargonium hortorum)
Púrpura (Iresine herbstii)
Salvia (Salvia spp)
Verbena (Verbena spp)
Césped
Sacar los yuyos, llenar los espacios dejados por estos y abonar; de esta forma fortaleceremos el césped y no permitiremos que crezcan
otras hierbas. No cortar el césped cuando está mojado: el corte no es limpio, debilita la planta y no queda prolijo.
Plantar, sembrar. Es el mejor momento para poner panes o rollos. También podemos sembrar semillas de césped de verano, pero esto exige cierto cuidado para lograr un buen resultado.
Rastrillar y airear. Es conveniente darle a nuestro césped una rastrillada enérgica; de esta forma eliminaremos las partes muertas y liberaremos espacio para que crezca. Debemos airear el subsuelo para que las raíces se desarrollen mejor (existen para esto herramientas específicas, zapatos con pinchos y soluciones caseras). Luego esparcir una capita de compost (de 1 cm como máximo); penetrará por sí solo en cuanto llueva.
Plantas de interior
Es el momento de transplantar, dividir matas, cambiar de maceta y abonar. Es también buena época para agregar plantas nuevas; con las temperaturas de primavera, el cambio de ambiente no será tan drástico y las especies se adaptarán mejor a su nuevo hogar. Plantas bulbosas: quitar las flores marchitas antes de que empiecen a formar semillas y consuman energía del bulbo.
Fertilizante orgánico. Agregar humus de lombriz a las macetas, cubrir con una capa de tierra negra.
Fertilizante químico. Se puede usar un fertilizante de liberación lenta que aportará nutrientes por un lapso prolongado.