Es una planta popular en jardinería, principalmente por el vibrante color de sus flores naranjas que surgen en invierno, cuando solo pocas plantas están en floración. Se adapta muy bien a condiciones extremas de viento y salinidad y es de muy fácil multiplicación. Sus grandes y suculentas hojas constituyen un atractivo adicional, y de su savia se extraen componentes con propiedades.

Nombre científico: Aloe arborescens Mill.
Familia: Liliaceae

Origen: Costa sureste de África

Aspecto y porte: Planta de forma arbustiva, con la base leñosa y muy ramificada. Si presenta un tallo único dominante, este mide entre 1 y 4 metros.

Hojas: En rosetas, de color verde glauco, lanceoladas, carnosas y con dientes en los bordes.

Flores: Inflorescencias simples, erectas, de unos 40 cm de largo, con flores individuales de 3,5 cm.

Fruto: Cápsula que encierra muchas semillas.

Exposición: Pleno sol. Se adapta especialmente bien a condiciones costeras.

Temperatura: Se adapta muy bien a temperaturas invernales.

Suelo: Se cultiva en cualquier tipo de suelo con muy buen drenaje, adaptándose muy bien a suelos pobres, arenosos o pedregosos.

Riego: Solo requiere riegos periódicos en verano.

Plantación: Mejor a fines del invierno o a principios de la primavera, a partir de esquejes que se hacen enraizar unos meses antes.

Multiplicación: Se propaga fácilmente por esquejes.

Poda: Se poda una vez secas las flores, para mejorar el aspecto de la planta. En caso de presentar tallos largos, su tamaño puede reducirse hasta la altura deseada.

Tipos de poda
Camelia

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